Pablo Tejera
María Sancho

La hemiparesia infantil es una condición neurológica que limita el control del movimiento de un lado del cuerpo, sin llegar a faltar el rango total. Se caracteriza por tener una mayor repercusión en el movimiento del brazo y el uso de las manos, así como por la falta de destreza para manipular objetos.

Algunas de las dificultades asociadas pueden ser: dificultades en el aprendizaje, alteraciones

sensoriales o de la percepción, dificultades conductuales, problemas emocionales, trastornos cognitivos y problemas musculo-esqueléticos.

En estos casos, el niño no ha podido experimentar totalmente la función motora y sensorial de la extremidad, lo que hace que no desarrolle sus funciones de una forma óptima. De esta manera, deja de hacer algunas actividades de la vida diaria, presentando dificultades en el vestido, juego, alimentación… Y, aquí, es cuando entra en juego el trabajo del terapeuta ocupacional, normalmente haciéndolo en equipo con fisioterapeutas, neuropsicólogos y logopedas, abordando estas dificultades y aumentando la independencia del niño y su calidad de vida.

Pero, ¿cuáles serían los pasos a seguir si tu hijo tiene hemiparesia?
El primer paso será una entrevista preliminar donde valoraremos el caso y fijaremos unos objetivos de forma conjunta con la familia. A continuación, elaboraremos un plan de tratamiento acorde a ellos y siempre basado en las motivaciones del niño.

Algunas de las técnicas que podemos usar son: actividades con tarea bimanual, (en las que hay un uso combinado de las dos manos para que el niño incluya gradualmente su lado afecto), terapia con restricción del lado sano (limitando el uso del lado dominante)… entre otras.

No obstante, siempre lo más importante es implicar a la familia para poder continuar en casa lo trabajado e ir dando técnicas y estrategias que puedan usar para favorecer las habilidades mediante el juego.