La imagen corporal es un aspecto crucial de la salud mental y el bienestar, especialmente entre los adolescentes. Se refiere a cómo percibimos y nos sentimos acerca de nuestro cuerpo, y puede variar desde percepciones positivas hasta negativas. Este concepto se ve influenciado por una variedad de factores, incluidos los estándares culturales de belleza y el uso de las redes sociales.
La insatisfacción corporal, que implica sentirse negativo acerca de nuestro cuerpo, es un problema común entre los jóvenes, especialmente entre las chicas. Se asocia con una serie de problemas de salud mental, como baja autoestima, ansiedad y depresión (Paxton et al., 2006). Además, supone uno de los factores de riesgo más sólidos para el desarrollo de trastornos alimentarios clínicos (Jacobi et al.., 2004). A su vez, un indicador de riesgo de insatisfacción corporal es la adversidad en la primera infancia, es decir, la exposición a determinadas circunstancias negativas en las primeras etapas de la vida, así como abusos, pobreza, violencia doméstica, etc. Los individuos que carecen de un sentido claro de su propia identidad serán más propensos a desarrollar insatisfacción corporal y trastornos alimentarios.
Consecuencias de mal uso de las RRSS
Las redes sociales, con su enfoque en la imagen y la presentación personal, pueden exacerbar la insatisfacción corporal entre los adolescentes. Muchos jóvenes pasan una cantidad significativa de tiempo en plataformas como Instagram y Snapchat, donde se enfrentan constantemente a imágenes idealizadas de cuerpos perfectos, promoviendo así una cultura de delgadez, y estilos de vida poco realistas. Estas imágenes, a menudo editadas y filtradas para resaltar lo mejor de las personas, pueden crear expectativas poco realistas y perpetuar la sensación de no estar a la altura.
La comparación social juega un papel importante en la forma en que las personas perciben sus propios cuerpos en relación con los demás (Festinger, 1954 ). En las redes sociales, donde la gente tiende a mostrar solo los aspectos más positivos de sus vidas, es fácil caer en la trampa de compararse constantemente y sentirse inadecuado. Esta confrontación puede alimentar la insatisfacción corporal y contribuir a problemas de autoestima y bienestar emocional.
Además, la búsqueda de validación en línea puede convertirse en una motivación importante para el uso de las RRSS. Según la Teoría de la Autoafirmación (Sherman & Cohen, 2006 ; Steele, 1988), las personas tienen una necesidad de autoestima e integridad personal, o de verse a sí mismas como valiosas, y estarán motivadas para impulsar y proteger su sentido de identidad.
Los «me gusta» y los comentarios positivos pueden proporcionar una sensación temporal de satisfacción y validación, pero también pueden crear una dependencia poco saludable de la aprobación de los demás. Esto puede llevar a una mayor autoobjetivación y preocupación por la imagen corporal, especialmente entre los jóvenes que ya tienen una baja autoestima.
Es importante reconocer el impacto significativo que las redes sociales pueden tener en la percepción de la imagen corporal y la salud mental de los jóvenes. Si bien las redes sociales pueden tener beneficios, como la conexión con otros y el acceso a información, también pueden tener efectos negativos en la autoestima y el bienestar emocional. Es fundamental fomentar un uso saludable de las RRSS y promover una cultura de aceptación y autoaceptación entre los adolescentes. Esto puede implicar educar a los jóvenes sobre los peligros de compararse constantemente con los demás en línea y fomentar una actitud positiva hacia sus propios cuerpos y apariencia. Al hacerlo, podemos ayudar a proteger la salud mental y el bienestar de las próximas generaciónes en un mundo cada vez más digitalizado.
Carla De Lucas Muñoz, alumna de prácticas del Grado de Psicología de la URJC.