La salud oral y los hábitos de higiene bucal de los más pequeños deben tenerse en cuenta desde la aparición del primer diente. Una de las etapas más importantes es en la que los dientes de leche empiezan a caerse y comienza la erupción de la dentadura definitiva. Es el momento ideal para detectar la necesidad de una ortodoncia infantil. 

A medida que esto vaya ocurriendo, debemos asegurarnos de que el proceso se está desarrollando correctamente, que las nuevas piezas están sanas y bien colocadas, que no existen problemas de mordida o crecimiento de los maxilares y que el espacio para el crecimiento de los dientes definitivos es suficiente.

¿Cuándo deberíamos visitar por primera vez a un ortodoncista?

Las revisiones periódicas con el odontólogo desde la primera infancia son esenciales para controlar estas cuestiones y, de ser necesario, visitar por primera vez a un ortodoncista. Así, ante cualquier anomalía se podrá derivar al niño al especialista de forma temprana.

Se recomienda que la primera visita al ortodoncista se realice entre los 6 y los 10 años, antes de que hayan salido todos los dientes permanentes.

La ortodoncia infantil permite reducir la complejidad del tratamiento, ya que se abordarán muchos de los problemas de forma preventiva. Además, conseguiremos reducir el coste y la duración del tratamiento. 

 

¿Cómo saber si mi hijo necesita ortodoncia?

El mejor método para detectar la necesidad de ortodoncia son las revisiones periódicas por parte de odontopediatras, aunque existen ciertas señales que pueden indicarnos la posibilidad de que un niño necesite ortodoncia, como la sustitución de los dientes de leche demasiado pronto o demasiado tarde.

Además, hay hábitos que pueden favorecer los problemas en la mandíbula y la posición de los dientes, por ejemplo:

  • Chuparse el dedo, usar chupete o biberón más allá de los dos años.
  • Respirar de forma habitual por la boca en vez de por la nariz.

¿A qué edad se pone la ortodoncia?

Por regla general, la ortodoncia interceptiva suele colocarse a partir de los 6 años, mientras que la ortodoncia correctiva es más habitual a partir de los 12, una vez que han salido los dientes definitivos. En cualquier caso, el tipo de tratamiento dependerá del caso concreto.

¿Qué tipos de ortodoncia se utilizan en niños?

La ortodoncia infantil puede ser interceptiva, para corregir problemas óseos o solucionar la falta de espacio, o correctiva, cuando el problema es la mala alineación o posición de las piezas dentales. En ambos casos podemos encontrar aparatos dentales fijos, como los brackets, o removibles, que se pueden quitar para comer o limpiarlos. 

¿Cuál es la ortodoncia más adecuada para niños y adolescentes?

Aunque lo más común es que la ortodoncia interceptiva se realice con aparatos removibles y la correctiva con aparatos fijos, el tipo de aparato va a depender de las necesidades concretas de cada niño.

Generalmente, los tratamientos de ortodoncia correctiva en niños y adolescentes se realizan con brackets metálicos, que son los más resistentes y económicos. Además, los brackets requieren el uso de unas gomas que hay que sustituir periódicamente. Estas gomas pueden ser de diferentes colores y suponen un atractivo añadido para muchos niños.

No obstante, existen otras opciones más estéticas que también se pueden usar en niños y adolescentes, como los brackets estéticos o las ortodoncias invisibles.

En la Clínica Universitaria de la URJC contamos con odontopediatras y ortodoncistas que pueden asesorarte y ayudarte a cuidar la salud oral de tus pequeños.