Según el Consejo General de Dentistas el 60% de los jóvenes españoles de entre 12 y 15 años tienen problemas de maloclusión y al menos el 25% de los adultos jóvenes necesita ortodoncia.
El término maloclusión se utiliza cuando existe una incorrecta alineación de los dientes o éstos no encajan correctamente (sobremordida, mordida cruzada, dientes ocluidos, apiñamiento de dientes, etc.).
La maloclusión puede tener diferentes causas:
- Factores hereditarios
- Niños que se chupan el dedo o hacen un uso excesivo de biberón o chupetes.
- Hábitos de alimentación.
- Niños en los que los dientes de leche tienen muy poco espacio entre ellos.
Las revisiones periódicas desde que empiezan a salir los dientes son la mejor manera de detectar problemas de maloclusión y atajarlos cuanto antes. La ortodoncia es el método más común, aunque los casos más graves pueden necesitar cirugía.
¿Qué riesgos tiene la maloclusión y qué beneficios tiene corregirla?
Una persona con un alineamiento defectuoso de los dientes, huecos, piezas mal ubicadas, etc. puede tener muchos problemas más allá de los meramente estéticos.
Si los dientes y huesos se encuentran en una posición incorrecta pueden generar:
- Dolor o molestias bucales
- Desgaste de las piezas dentales
- Problemas de masticación y digestión
- Dolores de cabeza, cuello y espalda
- Síndrome de ATM (articulación temporomandibular)
- Problemas de respiración y, en consecuencia, problemas de sueño, etc.
Además, corregir la posición de los dientes permite una higiene más correcta y, por tanto, previene las caries y otras enfermedades orales. A todo esto, evidentemente, se une el factor estético y de autoestima que te aporta una ortodoncia.
¿Qué tipos de ortodoncia existen?
En primer lugar, podemos diferenciar la Ortodoncia interceptiva y la ortodoncia correctiva.
La Ortodoncia interceptiva se realiza en niños durante la dentición temporal o mixta (6-8 años) para corregir las alteraciones incipientes. Es principalmente, una ortodoncia preventiva que facilitará el nacimiento de una dentición permanente funcional y estética. También pueden utilizarse ortodoncias de este tipo para la erradicación hábitos nocivos como succión del pulgar, morderse las uñas, succión del labio inferior…
La Ortodoncia correctiva se realiza en adolescentes y adultos, cuando ya existe maloclusión. Existen varios tipos de ortodoncia correctiva, con aparatos removibles o fijos.
Los aparatos removibles son los que se puede quitar y poner el propio paciente y están indicados para la expansión de los maxilares, corregir mordidas cruzadas y apiñamientos leves, pero no son una alternativa a la ortodoncia fija.
Los Aparatos fijos más conocidos y utilizados son los brackets. Son muy eficaces para corregir malposiciones, dientes rotados, cerrar espacios, etc. Dentro de los brackets, encontramos una gran variedad de opciones, desde los brackets metálicos, que suelen ser los más económicos, hasta los brackets transparentes/blancos, que resultan más estéticos, ya que la única parte de metal es el arco. Uno de los tipos de Brackets menos conocidos, precisamente porque no se ven, son los linguales, que van colocados en la parte interna de los dientes.
En los últimos años se han desarrollado los tratamientos de ortodoncia invisible, que corrigen los problemas mediante alineadores transparentes realizados de manera individualizada para cada paciente que se van sustituyendo periódicamente.
Éste tipo de ortodoncia tiene múltiples ventajas:
- Son cómodos y prácticamente invisibles, por lo que son muy demandados por personas adultas que quieren mantener la estética en su vida laboral y social.
- Se pueden retirar para comer y limpiarlos.
- No suelen causar llagas ni rozaduras
¿Qué tipo de ortodoncia es mejor?
Decidir la ortodoncia más indicada requiere un estudio completo de la estructura ósea y dental del paciente, aunque también va a depender de sus necesidades, presupuesto, etc.
Por ejemplo, la ortodoncia metálica es la más económica y resistente. Además, suele ser la que soluciona más tipos de problemas de malposición dental, pero también es la que más se ve. Se utiliza mucho para los niños, que ven la ortodoncia como algo muy común.
Los brackets estéticos son menos visibles, pero también más delicados y algo más caros.
En el caso de la ortodoncia lingual y la ortodoncia invisible, la principal ventaja es que no se notan, aunque en el caso de la ortodoncia lingual se dificulta la higiene oral.
La ortodoncia invisible es la más cara. Se puede poner y quitar, lo que es a la vez una ventaja y un riesgo, porque si el paciente no usa el aparato las horas necesarias, el tratamiento puede eternizarse. Además, hay determinados problemas de rotación o maloclusión que no puede resolver.
¿Cuánto tiempo se tarda en corregir la posición de los dientes?
La duración del tratamiento va a depender del método elegido y la problemática de cada paciente. Un tratamiento de ortodoncia puede durar entre 12 meses, en casos sencillos, hasta más de 30 meses, si son casos muy complejos.
¿La ortodoncia es solo cosa de niños?
No. Los nuevos tipos de ortodoncia y la importancia cada vez mayor que se da a la estética dental hacen que cada vez más adultos se animen a usar ortodoncia.
¿Es un tratamiento definitivo?
Una vez que los dientes alcanzan la posición deseada, es necesario impedir que estos vuelvan a desplazarse. Para ello, en algunos casos es recomendable utilizar sistemas de contención como placas o férulas.
Si necesitas asesoramiento más detallado sobre este tema o deseas pedir una cita para una valoración gratuita de tu caso sin compromiso, puedes contactar con nuestro equipo de odontología en el teléfono 91 488 89 28/29.