Pablo Tejera
María Sancho

Los terapeutas ocupacionales (T.O) somos los profesionales sociosanitarios encargados de ayudar a las personas a ser más independientes en sus actividades cotidianas de la vida diaria (AVD).

Entendemos por AVD aquellas actividades que ocupan las rutinas de nuestros pacientes, pudiendo dividirse estas en tres áreas de desempeño: autocuidado, productividad y ocio/tiempo libre.

Las actividades de autocuidado incluyen algunas como la higiene personal, el vestido o la alimentación, mientras que en el área de productividad se encuentran: el trabajo, los estudios o el voluntariado.

En las sesiones, nuestro foco siempre se sitúa en estas actividades, variando nuestra intervención en función de si trabajamos con niños o adultos y, siempre adaptándonos a los roles, intereses y realidad de la persona.

En este proceso, les acompañamos para alcanzar un equilibrio ocupacional entre las tres áreas mencionadas anteriormente, lo que será un buen indicador de salud.

En el caso de los niños, en nuestras reuniones con los padres solemos insistir en que es tan importante que el niño estudie, como que sepa ponerse la ropa de forma independiente o que juegue en el parque con iguales.

La raíz de todo nuestro trabajo se encuentra en esto, en la felicidad y realización interior que nos genera el completar de forma satisfactoria nuestras actividades significativas.

Algunos ejemplos de AVD que trabajamos con nuestros peques son: completar la secuencia del vestido y desvestido, tolerar nuevas texturas en alimentación, generar una rutina de lavado de cara/manos/dientes o manejar el dinero al realizar una compra.

Consideramos que esta perspectiva que pone en el centro a la persona y su identidad ocupacional es fundamental, por lo que la presencia del T.O en los equipos multidisciplinares es imprescindible.