Escrito por Clara I. Gutiérrez Morcillo. Psicóloga Sanitaria- Nº col. M-27944

Hablamos de Terapia asistida con animales (TAA) cuando dentro de un marco terapéutico se va a hacer interactuar al humano con un animal con la función de solucionar o mejorar alteraciones derivadas de la salud, tanto física como mental.

Aunque existen diversos tipos, como la hipoterapia (equinoterapia) o la delfinoterapia, hoy vamos a centrarnos en los efectos beneficiosos que nos aporta a los humanos la interacción diaria con el considerado “el mejor amigo de las personas”, los perros.

El día 21 de julio es el día internacional del perro y desde la Fundación Clínica de la Universidad Rey Juan Carlos nos ha parecido una bonita idea a los psicólogos clínicos rendir un homenaje a nuestros amigos peludos explicando los beneficios que suponen para nuestra salud y la de los nuestros, arrojando algunos datos científicos.

Todos hemos visto alguna vez programas como el de “El encantador de Perros” por la televisión, me gusta particularmente porque se transmite la necesidad de estar equilibrados anímicamente para que nuestros compañeros tengan una actitud y vida sanita. Cuando se interactúa con ellos dentro de los ámbitos sanitarios y han sido entrenados y educados para dar soporte y apoyo, en diversas investigaciones se ha podido demostrar como por ejemplo personas con dolor crónico que estaban interactuando con perros en la sala de espera antes de analizar sus estados de salud, comparados con un grupo control sin la interacción con los animales, presentaban reducciones significativas de dolor y de consumo de analgésicos a lo largo del tiempo, les disminuía el cortisol en sangre y la frecuencia cardiaca (indicadores del estrés) y se podían observar otras variables cuantificables como un significativo aumento de la oxitocina (hormona del amor), las beta-endorfinas, dopamina, etc. Lo que nos indicaba de forma clara que se producía en los individuos expuestos a la interacción periódica con perros una mejora en su salud física y su estado de ánimo.

También existen amplios beneficios documentados por medio de la investigación sobre los efectos beneficiosos que se consigue con la interacción con perros en personas con problemas motrices, cardiacos, personas mayores, con síndrome de down, trastornos del espectro autista, depresión y ansiedad, etc. Aunque siempre nos faltan más investigaciones que arrojen métodos más prácticos y sencillos, la evidencia científica está más que demostrada.

Pero vamos a tratar de acercarnos a la parte más casera en nuestro día a día. Como psicóloga, siempre que se disponga o pueda hacerse el esfuerzo de ganar tiempo a nuestros días y nos sea económicamente viable, recomiendo tener, crecer y convivir con una mascota, como por ejemplo los perros. Los beneficios, casi no tienen final.

Nos dan amor incondicional, compañía, favorecen el desarrollo de la empatía y la autonomía y refuerzan nuestra autoestima, ¿Cómo? Voy a tratar de daros algunas pinceladas de lo que estas bolitas de pelo pueden hacer por nosotros en diferentes ámbitos:

A nivel físico al tener que darles paseos a diario para cuidar sus necesidades y su salud, hace que las personas mejoremos nuestras habilidades motoras, equilibrio y coordinación. Ayuda a que reduzcamos el estrés diario, la tensión arterial y nos ayuda a establecer hábitos de vida saludables y estructurar nuestros horarios.

Además acariciarles alivia el estrés relajándonos y disminuye la presión sanguínea. Si tenemos alguna limitación física sirven como estímulo para desarrollar nuestra rehabilitación.

A nivel psicológico y emocional los perros con su carácter alegre, cariñoso y afable nos ayudan a conectar con la realidad y nos permiten cubrir buena parte de la necesidad que presentamos las personas de interacción física. Estimulan nuestra memoria, nuestra atención y concentración, además del lenguaje, tanto el verbal como el no verbal. Los perros tienen ampliamente desarrolladas las neuronas espejo, que son las responsables de la empatía. Buscan nuestro afecto y nuestro contacto, son capaces de diferenciar nuestro estado de ánimo y establecen un vínculo afectivo con nosotros muy fuerte, por el cual buscan nuestro cariño y amor sin medida.

Ayudan a disminuir la sensación de aislamiento social, siempre tenemos a alguien con quien hablar que nos mirará atentamente y si se lo permitimos nos dará algún beso que otro a su manera. Además los perros ayudan de forma significativa a mejorar nuestras habilidades relacionales, dado que al sacarles de paseo es frecuente que al interaccionar con otro perros, entre los dueños se establezcan conversaciones y puedan llegar a establecerse relaciones, hasta incluso amistades con ellos como facilitador, ya que nos sirven como tema de conversación y es fácil que se produzca un contacto frecuente a lo largo del tiempo si solemos darles el paseo por los mismos lugares.

Además el cuidarlos y ver cómo se van desarrollando nos aporta motivación y satisfacción dándonos un objetivo vital, cuestiones fundamentales para potenciar la autoestima. Nos ayudan a sentirnos más seguros, acompañados y útiles combatiendo así el aislamiento. Está comprobado que los talleres semanales con perros en las residencias de ancianos reportan amplios beneficios para su salud, los sentimientos de utilidad y por consiguiente el aumento de su estado de ánimo y la mejora de su calidad y esperanza de vida.

En pareja el tener perro nos ayuda a aprender a negociar normas entre nosotros, a organizarnos en el reparto de responsabilidades y tareas y nos facilita aprender a coordinarnos y establecer límites y limitaciones de forma consensuada.

Los perros nos ayudan a centrarnos en otro ser vivo que nos necesita y adora, distrayéndonos así de nuestros propios problemas y preocupaciones. Forman un vínculo afectivo incondicional, sin amenazas ni juicios, lo que nos ayuda a fortalecer a las personas nuestra propia autoimagen, aumentan la sensación de poder confiar en el otro, nos hacen reír y alivian con sus mimos y ganas de jugar situaciones y momentos de tensión y en general nos hace sentir valiosos e importantes, ya que para ellos somos todo y nos lo demuestran cada día en casa. ¿Qué más se puede pedir?

Bibliografía

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S. Pedrosa, D. Aguado, S. Canfrán, J. Torres, Miró J. La terapia asistida con perros en el tratamiento de las personas con dolor crónico: una revisión sistemática, 2017.