
¿Son realmente buenos para mí los productos sin lactosa?
¡Los productos que no tienen lactosa están de moda! Cada vez, más anuncios nos intentan transmitir la idea de que son más sanos y pueden sentarnos mucho mejor. Pero ¿es eso cierto?
La respuesta es no.
No, si no tengo ninguna patología digestiva diagnosticada y conocida.
La lactosa es un azúcar está presente en la leche de manera natural
y es fundamental para que podamos absorber el calcio.
Los seres humanos tenemos una enzima llamada lactasa que divide a la lactosa en azúcares simples que son absorbidos por el intestino. Algunos de nosotros podemos presentar un déficit de esa enzima y digerir mal la leche.
Si esto sucede, nos aparecen síntomas de mala digestión: dolor de estómago, hinchazón, diarreas, gases…
Los profesionales de la salud son los encargados de diagnosticar este problema. Ellos dirán si somos “intolerantes a la lactosa” o alérgicos a la leche. Dos procesos totalmente diferentes.

Ser intolerante o alérgico NO ES LO MISMO
No es lo mismo la intolerancia a la lactosa que la alergia a la leche. Muchas personas confunden estos términos pero es importante distinguirlos.
Las personas alérgicas a la leche NO PUEDEN CONSUMIR LACTEOS.
Si la persona es intolerante, el manejo terapéutico consiste en eliminar aquello que no toleran de su dieta, la lactosa, por lo que necesitan productos especiales.
Los alimentos "sin lactosa" SÍ LLEVAN LACTOSA
Sorprendentemente, este tipo de alimentos SÍ llevan lactosa, lo que los diferencia es que se les añade esa enzima, la lactasa.
Si consumimos estos alimentos sin haber sido diagnosticados como “intolerantes a la lactosa”, nuestro organismo se volverá vago y terminaremos por no producir la lactasa, convirtiéndonos así en verdaderos intolerantes.
¡Huye de modas dietéticas que carecen de sentido para nuestra salud!

Si tienes alguna intolerancia y necesitas ayuda para aprender a leer las etiquetas de los alimentos, pueden ponerte en contacto con nosotros.