La alfabetización es un pilar fundamental en la vida de cualquier individuo.  La adquisición y el desarrollo de las competencias forman parte del derecho a la educación. Saber leer y escribir empodera, permite contribuir y formar parte de la sociedad, permite la integración en el mundo laboral, amplía las posibilidades de ascenso y reduce los niveles de pobreza.

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A pesar de su importancia, a escala mundial, según datos de la UNESCO, al menos 773 millones de jóvenes y adultos no saben aún leer ni escribir y 250 millones de niños no consiguen adquirir las capacidades básicas de cálculo y lectoescritura.

Para aprender a leer el ser humano debe pasar por una serie de fases:

  • Logo-gráfica: Cuando se identifican los logos e imágenes con palabras.
  • Alfabética: Cuando relaciona las letras con su sonido correspondiente.
  • Ortográfica: Cuando ya conoce grupos de letras y palabras completas que le permiten comenzar la lectura.

EMPEZAR A ENSEÑAR A LEER

¿Cómo puedo ayudar a que mi hijo aprenda a leer?

ANTES DE QUE SEPA LEER

  • Leer en voz alta. Con entusiasmo. Incentivando la lectura en su hijo para que disfrute de lo que está haciendo.
  • Vaya señalando con el dedo las palabras que va leyendo para dar importancia a las letras.
  • Haga la lectura con entusiasmo. Haga voces divertidas, interprete los diálogos.
  • Utilice las ilustraciones. Coméntelas con su hijo, pregúntele acerca de ellas.
  • Cuándo haya frases o exclamaciones repetidas en la historia, invite a su hijo a repetirlas.
  • Responda las preguntas que su hijo realice. Aunque tenga que detenerse en la lectura de la historia.

CUANDO COMIENCE A LEER

  • Escúchele leer en voz alta. Aumentará su capacidad lectora y la confianza en sí mismo.
  • Cuando el niño no sepa pronunciar una palabra de la historia no le obligue a decirla. Pronúnciesela usted en voz alta y que él continúe la narración. Si su hijo necesita ayuda, se la pedirá él.
  • Cuando el niño esté cansado leer, paren la actividad. No deje que el niño se fatiga. Debe entender siempre la lectura como una actividad divertida.
  • Intente que su hijo no se frustre leyendo. Detenga la actividad siempre que sea necesario. Esté atento a sus necesidades.
  • Si su hijo cambia unas palabras por otras, evalúe el sentido de las oraciones que realiza. Si las palabras que intercambia carecen de sentido absoluto pídale que repita la oración y dígale que no ha comprendido el significado.
  • Elogie sus logros.

PRINCIPALES TRASTORNOS EN EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA

  • Dislexia: Si el niño presenta esta dificultad confundirá las letras, sílabas o las palabras completas. Alterará el orden de las letras o las palabras e incluso podrá confundir el sonido de letras. Puede presentarse la dislexia fonológica, superficial o profunda.
  • Lectura bradiléxica: Se produce cuando el niño, aunque no comete fallos, realiza la lectura excesivamente despacio.
  • Taquiléxica: Se produce cuando el niño, aunque no comete fallos, realiza la lectura excesivamente rápida.
  • Mnésica: El niño aprende el texto de memoria y simula que lo lee.
  • Imaginaria: El aparenta que lee, pero se inventa la historia basándose en las ilustraciones.
  • Arrastrada: El niño no comprende el global de la lectura y se produce una demora para conseguir entender y asimilar el texto.
  • Repetida: El niño repite en voz baja y para sí mismo las primeras sílabas de las palabras.

SIGNOS DE ALARMA

Durante el aprendizaje pueden surgir algunas dificultades en la lectura y la escritura. Es una actividad complicada para los más pequeños por lo que no tenemos que compararlo con otros niños ni marcar metas imposibles. Puede suceder que su hijo sufra un retraso en el desarrollo de la adquisición de la lectura y escritura. Un retraso que se evidencia especialmente entre los 6 y 8 años de edad. Entre los signos de alarma hay que atender a los siguiente:

  • Altera el orden de las letras.
  • Omite letras con mucha frecuencia.
  • Modifica los trazos de las letras o presenta problemas con la orientación de las mismas.
  • Confusión entre letras aparentemente similares. Ejemplo: p/b; p/d/b.
  • Presenta una postura incorrecta cuando va a realizar actividades de escritura.
  • Su comportamiento es tenso, se irrita, está nervioso.
  • Realiza muchos errores escribiendo.
  • Falta de comprensión lectora.

Si crees que tu hijo presenta alguna dificultad en el aprendizaje lo mejor es ponerse siempre en contacto con un profesional. Ellos nos orientarán de la mejor manera y nos pautarán los pasos a seguir.

Recuerda que en Clínica Universitaria estamos aquí para ayudarte. Puedes consultar con nosotros cualquier duda que tengas.