El hombro congelado o también conocido como capsuilitis adhesiva, según la Academia Americana de Cirugía Ortopédica se define cómo: “una condición de etiología incierta caracterizada por restricción del movimiento tanto activa como pasiva del hombro que ocurre en ausencia de cualquier otro problema intrínseco del hombro”, con la condición de falta de hallazgos clínicos en una radiografía glenohumeral para poder diagnosticar a un paciente de hombro congelado.
Además, se puede clasificar en primario o secundario, dependiendo de si su etiología es idiopática (primario) o como efecto secundario a lesión del tejido (cirugía, contusión, luxación, etc.)
Por lo general, es una patología que afecta mayormente a mujeres que a hombres (70% de los pacientes son mujeres), más común entre los 40-60 años y en torno al 40% de los pacientes padece diabetes.
Al no haber hallazgos de imagen en una radiografía, prueba principalmente utilizada por los traumatólogos, la única forma de diagnóstico del hombro congelado es clínica. Las principales características clínicas son las siguientes:
- Restricción notable de movimiento, tanto activa como pasiva en todos los planos de movimiento: subir el brazo, despegarlo del cuerpo, llevar la mano detrás de la espalda.
- Gran afectación de las actividades de la vida diaria (apagar la luz, lavarse el pelo, vestirse, conducir, etc.).
- El problema debuta con dolor muy intenso, mal localizado, tanto en movimiento como en reposo.
La duración total de la patología puede variar, pero suele estar entre los 24-42 meses y pasa por diferentes fases:
- Fase de congelamiento (2-9 meses): se caracteriza por un gran dolor que suele empezar solo por la noche y evoluciona a doler durante todo el día, dificultad para dormir sobre el hombro dolorido. En esta fase los pacientes suelen acudir al médico, pero generalmente no son bien diagnosticados ya que el medico realiza en primera instancia una radiografía en la cual no encuentra hallazgos clínicos.
- Fase de congelado (3-12 meses): en esta fase el dolor disminuye, pero se caracteriza por una gran afectación del rango de movimiento del hombro en todos los planos de movimiento. En esta etapa es donde más se diagnostican los hombros congelados.
- Fase de descongelado (meses-años): el rango de movimiento vuelve y el dolor suele desaparecer en el 60% de los pacientes, en el otro 40% puede persistir una moderada disminución de la movilidad.
Esta patología es muy frustrante para el paciente, ya que muchos son incapaces de trabajar por largos periodo de tiempo e incapaces de realizar sus actividades de la vida diaria básica.
El tratamiento no quirúrgico es la primera opción para todos los pacientes, lo que puede incluir medicación oral, fisioterapia e inyecciones de corticoesteroides.
La fisioterapia en combinación con inyecciones de corticoesteroides en las fases tempranas de la patología, tienen el máximo nivel de evidencia y eficacia a la hora de tratar pacientes con hombro congelado:
- En primer lugar, realizar una buena historia clínica y una buena exploración física para conocer el dolor y la movilidad del hombro afectado es totalmente imprescindible, y ser capaces de identificar en qué fase de la patología se encuentra el paciente.
- Las inyeccion de corticoesteroides son de gran ayuda en la primera fase de congelamiento, ya que disminuyen el dolor tan intenso que sufre el paciente y permitirá al fisioterapeuta avanzar en el tratamiento.
- En la fase de congelación, la fisioterapia es vital, a través de la terapia manual y el ejercicio terapéutico. La fisioterapia ha demostrado reducir el tiempo de recuperación y disminuir los posibles efectos secundarios a la patología.
Si te identificas con algunos de los aspectos comentados con anterioridad no dudes en acudir al fisioterapeuta, el cual es el profesional indicado y especializado en el tratamiento y manejo del paciente con hombro congelado
Redactado por Lucas Morillo Terol, Fisioterapeuta Colegiado