A pesar de la importancia de cuidar la salud oral para mantener una buena salud general, la mitad de los españoles no visita con frecuencia al odontólogo para realizar revisiones preventivas.  

Cada 20 de marzo se celebra el Día Mundial de la Salud Oral, para concienciar sobre los beneficios que tiene para la salud disfrutar de una boca sana y aumentar la difusión de hábitos saludables y conocimientos sobre salud oral.

Para celebrar este día, desde la Clínica Universitaria de la Universidad Rey Juan Carlos te damos las claves para identificar los síntomas más comunes de problemas de salud bucodental y que te darán la señal de alarma de que algo no va bien en tu boca.

1.Dolor de dientes o dolor de muelas

El dolor es una señal evidente de que puede existir algún problema oral, sobre todo si es intenso o si suele aparecer con frecuencia. Las causas más habituales de dolor en los dientes o muelas son las caries, fracturas o fisuras, infecciones orales, etc.

Si sientes molestias al masticar o dolor focalizado, es recomendable que consultes con un especialista para identificar la causa y poner solución al problema.

2.Encías inflamadas o que sangran

Unas encías en buen estado son fundamentales para tener una boca sana, ya que son el tejido encargado de sujetar los dientes. Además, la salud gingival está muy asociada con la salud general y tiene relación con diversas enfermedades crónicas.

Los problemas de encías no tratados pueden desembocar en periodontitis y provocar graves daños en nuestra boca, como la pérdida de piezas dentales.

Si notas sensibilidad, cambios de color, inflamación o si las encías sangran con el cepillado, es fundamental consultar con un experto en periodoncia para descartar la existencia de bacterias u otros problemas de salud como trastornos hemorrágicos o un déficit vitamínico.

3.Sensibilidad al calor o al frío

Si experimentas un aumento repentino de la sensibilidad dental ante el contacto, los cambios de temperatura o el consumo de alimentos y bebidas dulces o ácidas, puede que tengas daños en el esmalte, caries, un absceso o un problema de retracción de encías.

La sensibilidad dental es muy frecuente en adultos y puede convertirse en un problema crónico si no se aplica el tratamiento adecuado.

4.Acumulamiento de sarro

Todas las bocas albergan millones de bacterias, por más escrupulosos que seamos con nuestra higiene oral. Este hecho, aunque puede resultarnos desconcertante, entra dentro de lo normal. Los problemas surgen cuando las ausencias de unos buenos hábitos de higiene oral permiten la acumulación de sarro en los dientes.

El sarro es una capa formada por bacterias que se pega a los dientes y va deteriorando su esmalte, dejándolos más expuestos a las caries. También puede irritar las encías y causar enfermedad periodontal.

Si observas cúmulos de sarro en tus dientes o entre los dientes y encías, es hora visitar a un odontólogo para realizar una limpieza bucal profunda.  

5.Bultos o heridas en la boca

Debemos acudir rápidamente a nuestro odontólogo ante la aparición de cualquier bulto en la boca. También si tenemos una herida que no cicatriza o si notamos entumecimiento en una zona de la boca. El cáncer oral es una enfermedad silenciosa, pero de una gravedad extrema.

Las heridas en la boca que no cicatrizan también pueden ser síntoma de diabetes. Consulta con tu odontólogo si una herida no ha cicatrizado correctamente tras 15 días.

6.Mal aliento

La ingesta de algunos alimentos, beber poca agua o el consumo de tabaco y alcohol pueden provocar mal aliento de manera puntual. Si se trata de un problema de mal aliento crónico, debemos consultar con un especialista, ya que puede ser indicativo de caries, enfermedad periodontal y otras enfermedades como la diabetes, infecciones pulmonares, etc.

7.Cambios en la lengua

Los cambios en el color o textura de la lengua pueden ser síntoma de infecciones o enfermedades orales, como la candidiasis oral.

 

8. Dientes desgastados

Si notas que tus dientes se están desgastando de manera irregular, acude a tu odontólogo para estudiar la causa de ese desgaste. Podría deberse a un problema de mordida, al bruxismo o a un problema de erosión dental causado por otro problema de salud, por ejemplo el reflujo gástrico, o el consumo excesivo de alimentos dañinos para el esmalte, como los refrescos o alimentos ácidos.  

Cualquiera de estos síntomas es motivo suficiente para consultar con un odontólogo. En cualquier caso, lo mejor para cuidar nuestra salud oral y prevenir problemas más graves es realizar una o dos revisiones preventivas al año en nuestra clínica dental de confianza. En la clínica Universitaria contamos con un amplio equipo de odontólogos especializados en todas las áreas de la salud dental que pueden asesorarte en el cuidado de tu boca.